Dos ejecutivos vinculados a la empresa que administra el centro comercial fueron denunciados.
Empleaban facturas clonadas para realizar pagos fraudulentos a tres sociedades relacionadas por $629 millones.
Ilícitos se venían desarrollando, al menos, desde fines del año pasado.

(Noticia en desarrollo) Una nueva querella por estafa presentó la gestora de inversiones y corredora de bolsa MBI, esta vez por una serie de movimientos financieros ilícitos que afectaron a uno de sus mayores activos, Mall Barrio Independencia, ubicado en esa comuna de la zona norte de la capital.
En total, MBI acusó un monto defraudado de $629 millones por parte de dos ejecutivos que pertenecían a la empresa encargada de administrar dicho mall, denominada Tres Asociados (Cox, Richasse y Asociados Ltda.).
En la estafa, acusó la gestora de inversiones, también actuaron tres sociedades de fachada y otros cuatro ejecutivos externos vinculados a estas sociedades.

Una auditoría arrojó la estafa
MBI relató que tras detectarse en mayo algunas anomalías en los pagos relacionados al mall, la empresa a cargo (Tres Asociados) adelantó una auditoría interna a su unidad de contabilidad en Mall Barrio Independencia.
El 2 de junio esa auditoría arrojó que existían 10 transacciones «absolutamente irregulares y sin fundamento», realizadas entre el 27 de diciembre de 2024 y el 16 de mayo de 2025, que derivaron en pagos por un total de $629,2 millones a tres sociedades que no habían emitido factura alguna a MBI,
Se trata de las sociedades Solver Auditores Consultores Ltda. ($189,25 millones) R&C Ingeniería y Obras Civiles SpA ($426,39 millones) y Devfocus Ingenieros SpA ($13,59 millones).

Cómo operaba el fraude
La forma en que operaba la estafa, según el relato de MBI, era a través de los principales implicados: el encargado de contabilidad del mall, Diego Ramírez, y el jefe de contabilidad de Tres Asociados, Marcelo Soto Santander.
«El primero, encargado de la contabilidad de Mall Barrio Independencia, incorporaba -en algunas cuentas de activos- información falsa, respecto de facturas existentes, correspondientes a proveedores reales y por servicios efectivamente prestados, pero que ya habían sido pagadas en meses anteriores, o correspondía pagar en lo sucesivo», aseguró MBI en la querella.
Explicó que para evitar que se descubriera la duplicidad de pagos, «los imputados falsificaron derechamente las facturas de algunos proveedores, modificando su número para
dar la apariencia de que eran documentos diferentes».
Se trataba de documentos vinculados a proveedores que prestaban servicios como seguridad o aseo, y que por ende no implicaban la compra de un activo físico.
Tras incorporar a la contabilidad las facturas falsas, Ramírez modificaba la cuenta corriente destinataria a los pagos, para que así las transferencias las recibieran algunas de las tres sociedades denunciadas.
De esta forma, «cuando los representantes legales de MBI -únicos autorizados para realizar giros- daban su aprobación a las nóminas bancarias de pago y los autorizaban, lo hacían por error y bajo engaño, convencidos de que le pagaban a otros proveedores reales», dice la acción judicial.
En la querella también se denuncian a los representantes legales de las sociedades vinculadas a la estafa.
A inicios de este mes, MBI se querelló por otra estaba, por $713 millones, vinculada a dos gerentes que empleaban a cinco «testaferros» para estafar a la empresa con operaciones en moneda extranjera.